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Benito Juárez, Constructor de las Instituciones de la Nación

E L R E G I S T R O C I V I L “Que el pueblo y el Gobierno respeten el derecho de todos. Entre las naciones, como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es la paz.”
Ahora somos la administración pública quienes de manera coordinada y focalizada nos dirigimos a las delegaciones para prestar estos servicios. Entonces creo que es un espacio muy importante; establece un compromiso para que sea un éxito este año 2013 y sea un reto la plantificación para el año 2014.

“Siempre he procurado hacer cuanto ha estado en mi mano para defender y sostener nuestras instituciones. He demostrado en mi vida pública que sirvo lealmente a mi patria y que amo la libertad. Ha sido mi único fin proponeros lo que creo mejor para vuestros más caros intereses, que son afianzar la paz en el porvenir y consolidar nuestras instituciones.”

Esas fueron las palabras con las cuales se dirigió el Presidente Benito Juárez a los mexicanos en 1867 a su regreso a la capital, después de haber derrotado a la invasión extranjera y haber afirmado la vigencia de la Ley de la República.

En estas históricas frases se condensan los valores y principios históricos de nuestra Nación: soberanía e independencia, legalidad y respeto a los derechos de los ciudadanos, tolerancia, búsqueda de la paz y edificación de instituciones que robustecen nuestro México.

Juárez es el gran constructor de la Nación, el defensor de la República. Gracias a él y a una extraordinaria generación de liberales, se colocaron los cimientos del Estado mexicano y de sus instituciones.

Esa generación estableció la República, su laicidad y soberanía, las garantías individuales y la división de poderes.

Con Juárez los mexicanos del Siglo XIX asumimos la construcción de la nación desde los valores de igualdad, federalismo, nacionalismo y democracia. Enarbolamos la importancia de vivir en un marco de libertades públicas y derechos individuales. Junto a su generación de liberales, impulsó la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma.

Antecedentes e historia del Registro Civil 
Antes, en el México prehispánico los primeros pasos al reconocimiento del parentesco por sangre y por afinidad tuvieron lugar ante autoridades que al mismo tiempo tenían carácter religioso y estatal. Los mayas ya habían expedido disposiciones relativas al estado civil de las personas, a las herencias, al matrimonio e incluso sobre contratos.

La tradición registral en nuestro país, en su forma conocida, data de la época de la colonia. Muchas de sus instituciones derivan del derecho romano antiguo, y prevalecen aún hasta nuestros días.

Es en 1829, en Oaxaca, donde se expidió el Código Civil del Estado, el primero del que se tiene noticia que regulaba los nacimientos, matrimonios y muertes. Pero en él se otorga a la iglesia católica la facultad de reconocer el estado civil de las personas nacidas en territorio oaxaqueño.

Fue el 27 de octubre de 1851 que se presentó un proyecto de Registro Civil, cuyo objeto era el reconocimiento de las partidas eclesiásticas.

Con la ley del 27 de enero de 1857, durante el Gobierno de Ignacio Comonfort, se expidió la Ley Orgánica del Registro Civil, donde se modifican los registros parroquiales disponibles y se busca crear y organizar un Registro Civil con ellos, ordenándose el establecimiento de oficinas en toda la República y la obligación de los habitantes de inscribirse.

Con la promulgación de la Constitución de 1857 se establece la separación del Estado y la Iglesia, lo que modifica la Ley expedida por Ignacio Comonfort y la hace inaplicable.

Será el 28 de julio de 1859, siendo Presidente Benito Juárez, cuando se expiden las Leyes de Reforma, y con ellas el establecimiento formal en México del Registro Civil y su nueva Ley Orgánica.

En el marco de las Leyes de Reforma, en julio 28 de 1859 se promulgó la Ley sobre el Estado Civil de las Personas. Se trata de la creación del Registro Civil.

El Registro Civil es la institución registral más antigua y más prestigiada en México y en América Latina.

Uno de los grandes legados cívicos y legales que Don Benito Juárez García dejó a México es, sin duda, el Registro Civil, institución de orden público que garantiza la identidad y certeza jurídica de los mexicanos.

Recordamos así a este gran Presidente de México.

Consejería Jurídica y de Servicios Legales

México, DF, 21 de marzo de 2013