La Consejería Jurídica suma 2 años participando en el Programa para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad 2014-2018

La Consejería Jurídica suma 2 años participando en el Programa para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad 2014-2018 A partir de junio de 2014, decenas de personas que tienen algún tipo de discapacidad laboran en distintas áreas de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, como parte del Programa para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad 2014-2018, del Gobierno de la Ciudad de México.

El Programa es coordinado por la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) y el Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del Distrito Federal (INDEPEDI), y tiene como objetivos, además de la inclusión laboral de las personas con discapacidad en el entorno laboral de la administración pública, promover la no discriminación y combatir los prejuicios; fomentar el respeto mediante la inclusión y equidad de género; buscar el equilibrio entre los diferentes tipos de discapacidad; y, en general, la igualdad de condiciones con las demás personas.

De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2010 (INEGI), en la Ciudad de México habitan casi 9 millones de personas, de las cuales cerca de 500 mil personas reportaron dificultad (discapacidad) para realizar al menos una de las actividades siguientes: caminar, ver, escuchar, hablar o comunicarse, poner atención o aprender, atender el cuidado personal o mental. Lo que representa el 5.5 de la población de la Entidad para ese año. La mitad de este universo son adultos mayores, seguidos por personas de entre 30 a 59 años; 9 de cada 100 son jóvenes de 15 a 29 años; y 7 de cada 100 son niñas y niños de 0 a 14 años. Casi el 60% del total son mujeres.

El número aumentará en lo que resta de 2015.

Yareni Torres y Celia Rivera, trabajadoras que forman parte de este programa, nos comentan que entre las satisfacciones obtenidas se cuenta el sentimiento de ser productivas y la sociabilización obtenida con compañeras y compañeros

Mediante el “Taller de sensibilización en materia de discapacidad”, en tanto, el personal de la Cejur desarrolla habilidades y recursos sobre la actitud adecuada, de respeto a estas personas, en el espacio de trabajo y fuera de él.

Terapias psicológicas para madres y padres En otro orden, además de ocuparse del trato respetuoso a personas con discapacidad, padres y madres trabajadoras del Registro Público de la Propiedad y de Comercio cuentan actualmente con el servicio de ayuda psicológica, para contribuir al entendimiento de su condición de padres y de pareja, de la familia y su vida personal.

Yareni Torres Solís
Su meta es terminar la preparatoria y ser maestra de inglés

Estudia la preparatoria en sistema abierto y todos los días se esfuerza por tener buenas calificaciones: Entre broma y broma comenta que la materia que menos le gusta son las matemáticas; y su favorita, el inglés, en la que dice sacar siempre diez. No concibe una fiesta sin música

La próxima semana será su cumpleaños y ella misma lo está organizando. Su rostro muestra emoción; no puede faltar un karaoke –dice-, no puede haber fiesta sin música. “Me gusta rock de los sesentas en inglés y en español. Lo traigo en la sangre pues la mayoría de mis tíos se dedican a la música.”

Celia Rivera Osorio
“La adversidad me ha hecho más fuerte”

Celia tenía 30 años cuando sufrió un accidente en casa. Su derrame cerebral la mantuvo 3 meses en coma. Quedó paralizada del lado izquierdo. Ya no fue posible renovar su contrato en la Marina de México. A la distancia de 20 años camina apoyada de un bastón y una férula.Nos sonríe: “La adversidad me ha hecho más fuerte. Me gusta hacer ejercicio, me gusta leer, me gustaría que haya mejores espacios para los discapacitados, con rampas y señalizaciones, para mejor desplazarnos.”

Miguel Ángel Ramírez Ortiz
Con el Programa Empleo temporal “volví a la vida”
Contador Público, hace 4 años le diagnosticaron insuficiencia renal terminal que le provocó ceguera en un ojo y debilidad visual en hasta 90% en el otro. Debió tramitar su pensión de por vida, por incapacidad permanente.

“Es muy difícil asimilar que toda una vida cambié tan repentinamente. En estos 4 años no había tenido oportunidad de laborar nuevamente porque las empresas quieren eficiencia, y mis condiciones no me lo permiten.” El empleo temporal “me cambió la vida; fue tener una oportunidad que no tenía. Me hace sentir que en mi vida personal puedo tener oportunidades, mejorar mi vida con amigos y familiares.”