Es la sanción a que se hacen acreedores los adolescentes en conflicto con la Ley penal en el caso de ser considerados penalmente responsables de haber cometido algún delito. La normatividad, tanto nacional como internacional ha establecido que la finalidad de las sanciones o medidas que se imponen en materia de Justicia para Adolescentes es diferente a la que se persigue en adultos, pues en adultos la principal función es la retribución por el daño causado a la sociedad; en cambio tratándose de menores de edad las medidas van más allá de lo puramente retributivo; buscan responsabilizar al adolescente y entregarle –como persona en formación— un conjunto de herramientas socioeducativas que permitan coadyuvar su proceso formativo así como su reintegración familiar y social, objetivos que pueden ser cubiertos por los menores no solamente en internación; sino también en libertad al lado de su familia. Por lo tanto, en primer lugar, es importante destacar que la medida tiene un fin predominantemente pedagógico, ya que para ello se procura alcanzar una meta inconfundible: preparar al adolescente para ser una persona responsable, apta para la normal convivencia y su reinserción social y familiar. En segundo lugar, es de resaltar que existen dos tipos de medidas, las que deben de cumplirse en libertad y las que implican restricción de libertad, las normas tanto nacionales como internacionales han tenido especial cuidado en imponer la obligación a las autoridades de buscar alternativas a la privación de la libertad. La medida que implica privación de libertad opera como excepción, por el menor tiempo posible y como consecuencia de la comisión de un delito grave establecido en la ley.